Pobre y Sabio ( Anónimo árabe de las 1001 noches)
Me dicen que, gracias a mi saber, soy, entre los hombres, como una noche de plenilunio.
Pido que dejen de hablar de mí: nada vale la ciencia si no va acompañada del poder.
Si quisiese empeñar todos mis conocimientos, todos mis libros y mi cálamo por el sustento de un día,
no encontraría a nadie dispuesto a admitir tal prenda hasta el fin del mundo.
El pobre, la condición del pobre, la vida del pobre,
¡cuan dolorosos son!
En verano no consigue satisfacer sus necesidades, y en invierno carece de abrigo.
Los perros le siguen cuando anda;
vilipendiado y despreciado, siempre es un miserable.
Si se lamenta a alguien de su estado y quiere excusarse,
aquel nunca le perdonará.
Siendo esta la vida del pobre,
lo mejor de ella lo disfruta en la tumba.